State Street 7:30 a.m.



Me detuve justo antes de 'saltar' desde el bordillo para cruzar la calle, a pesar de que la imagen en el semáforo de un transeúnte en movimiento nos invitaba a hacerlo. El pellizco en la espalda debido al salto de bordillo del día anterior apareció de repente, así que decidí seguir hacia el norte por la misma acera. ¿Y si ese pellizco fuera un pinzamiento que me fuera a estropear el viaje?, pensé. ¿Y si fuera a más?
La tarde anterior fue buena, de modo que, confiado, me puse una camisa y una cazadora ligera de entretiempo sin saber que iba a pasar frío. ¿Y si ese frío fuese a agravar el pellizco en mi espalda hasta el punto de que me dejara disminuido?. Había que ir pensando en positivo si no quería arruinar el día.
A esa hora de la mañana, el frío y la rendija de cielo azul entre los edificios daban a la atmósfera la textura del cristal. El escaso tráfico y los pocos peatones permitían disfrutar la avenida desde cualquier esquina, incluso desde el centro de la misma.

Tengo entendido que State St. conoció tiempos mejores, antes de que la zona norte de Michigan Ave. eclipsara su esplendor, sobre todo el comercial. Incluso llegó a ser peatonal. Por entonces, y como prueba del brillo de esta calle, Sinatra cantaba: "On State Street, that great street,  I just want to say, They do things they don't do on Broadway...". A finales del siglo pasado las autoridades de la ciudad quisieron recuperar el viejo protagonismo de State poniendo en marcha varios proyectos a tales fines. Hoy sigue siendo una imponente avenida con edificios emblemáticos de la ciudad, como el edificio 'Reliance', que data de finales del siglo XIX y que es considerado el precursor del rascacielos moderno.

(edificio Reliance)

Otra joya arquitectónica de State St. es el edificio Carson Pirie Scott & Company. Data de finales del siglo XIX y durante muchas décadas fue sede de los grandes almacenes del mismo nombre. En la actualidad está siendo reconstruido. Es un ejemplo arquitectónico de la escuela de Chicago, con sus típicas ventanas, del que destaca el labrado en hierro de la fachada en las primeras plantas y en la esquina con Madison. Dicha esquina es el punto donde comienza el sistema de numeración de las calles de la ciudad (Madison determina el norte y el sur de las calles que la cruzan y State el este y el oeste).


(edificio Carson Pirie Scott & Company)

En dirección norte, en la orilla derecha de la calle, se encuentran los almacenes Macy's, antiguamente Marshall Field's, que ocupan una manzana completa. El edificio se reconoce a lo lejos por la cantidad de banderas norteamericanas que ondean en su fachada. También llaman la atención los bonitos relojes de las esquinas. Merece la pena una tarde de compras en Macy's, como contaré en otro momento.


 
Un poco más hacia el norte se encuentra otro emblemático edificio de la ciudad, el Chicago Theatre. Salvado del derribo, rescatado y restaurado, hoy ofrece musicales y conciertos. Su fachada está inspirada en el arco del triunfo de París y su luminoso es un referente de Chicago.


Desde la herrumbrosa estación elevada de trenes CTA que la cruza, se puede observar su parte sur en toda su dimensión, en la que se encuentran otros edificios de interés que exploramos en posteriores momentos.
Giramos por Randolph hasta llegar de nuevo a Millenium Park, saludamos a 'La Alubia', que nos devolvió una radiante sonrisa (dos mujeres latinas la limpiaban), y volvimos por Monroe hasta el Hotel Palmer House, casi enfrente de nuestro hotel. Allí activamos nuestra tarjeta Go Chicago y adquirimos unos tickets para un tour en autobús turístico: al fin y al cabo eramos turistas y teníamos derecho a ejercer de tales.